sábado, 27 de septiembre de 2008

LA RECREACIÓN ES NECESARIA INCLUSO A NIVEL UNIVERSITARIO


Contrario a lo que se pueda crear la recreación; ésa que es atractiva permanente en los niños e imperiosa para mantener la motivación social de pertenecer a un grupo en los adultos mayores, por ser necesidad humana también sería atractiva en el ámbito universitario; eso desde la teoría se entiende; pero llevado a la práctica de un cátedra de deportes en una Universidad ¿de qué manera podría presentarse atractiva a estudiantes de primeros semestres de carrera?

Durante el primer corte de este segundo semestre del 2008 en las cátedras de deportes I y II de fútbol y fútbolsala se integra la recreación como punto de partida para lo cual la clase se estructuró en tres momentos a saber: Un inicio, un desarrollo y un cierre. Durante el primer momento o inicio de la actividad para generar desaprendizaje en los estudiantes se crea un ambiente metafórico a través del cual desde la lúdica se da la posibilidad que los participantes desarrollen una actitud positiva de apreciación del juego y de conciencia táctica que exige el modelo de la enseñanza para la comprensión (Bunker y Thorpe, 1983)[1]. Una vez comprendido el sentido mismo del objetivo operativo de la clase (gracias a la recreación), se pasa a desarrollar el segundo momento de la actividad en la cual los asistentes pasan a jugar el deporte que los convoca; esta actividad sirve para que ellos mismos identifiquen los descubrimientos comprendidos en el primer momento (Inicio); luego, se pasa al tercer momento que sería el cierre, en el cual, los participantes verbalizan los descubrimientos realizados durante el desarrollo de la actividad y presentados en el Inicio.

Al final del primer corte y luego de cuatro clases se les hace un encuesta de dos preguntas de tipo anónimo en la que hacen saber su preferencia a recordar de las tres partes de la clase más el inicio, que las otras dos partes (desarrollo y cierre) por lo metafórico de la recreación; como también hacen saber su interés a que las clases del siguiente corte continúen teniendo como inicio la recreación “a pesar que esta les quite tiempo para jugar su deporte favorito; argumentando que gracias al inicio han aprendido a reconocer la manera como su cuerpo juega”.



[1] Proponen un enfoque metodológico de tipo alternativo o centrado en la táctica, que se asocia a la pedagogía del descubrimiento, la cual está fundamentada en la propuesta de experiencias motrices lúdicas vinculadas al contexto real de juego. Vale la pena aclarar que los enfoques tradicionales de la enseñanza de los deportes hacen énfasis en la técnica del deporte en particular.

sábado, 20 de septiembre de 2008

LA RECREACIÓN: ACTIVIDAD HUMANIZANTE DEL HOMBRE



La recreación se puede apreciar desde las primeras muestras de actividad inteligente del hombre. Este documento pretende ubicar el contexto mismo, desde el cual valorar la recreación como una actividad esencial que en el hombre le permite afianzar humanidad.

La Recreación se asume en este documento como una actividad esencial, un quehacer humanizante desde que el hombre aparece en el planeta; ya que buscando transformar su alrededor, le va dando sentido a lo que hace, se sale de la rutina, se proporciona así mismo placer por los nuevos aciertos, satisfacción por la manipulación, bienestar por la seguridad que experimenta, y, sobre todo por sentirse grande en medio de un contexto desconocido e inmanejable para él y sus otros desconocidos.

Asumir de entrada la Recreación como una actividad trascendental, exige, antes de continuar, ubicar al hombre de qué manera asumió los cambios en su contexto primario. Es decir, se hace necesario comprender de qué manera el individuo en compañía de sus otros antiquísimos semejantes implementó maneras para sortear las exigencias prehistóricas propias de un mundo en gestación.

Para adentrarnos en la naturaleza del cambio propia de la Recreación, es imperioso ubicarnos en el más antiguo de los seres humanos, que la ciencia antropológica ha clasificado: el Hombre del Paleolítico. Es hombre porque hay una actividad lítica en la que ocupa su tiempo; manipular la naturaleza para crear herramientas con las cuales poder perdurar lo convierte en un ser pensante y creador de cultura, en este caso, la Cultura de la piedra con la cual comienza a disponer de un tiempo para elaborar instrumentos rocosos con los cuales obtener sus propósitos más inmediatos: atacar, golpear, cortar, triturar, separar, moler sus primeros alimentos.

Esto implicó, lenta y penosamente, el propio reconocimiento de las limitaciones de sus habilidades físicas; es decir, tuvo que haber pasado cientos de años para percatarse que su cuerpo necesitaba incrementar su poder para obtener lo que quería, ya que la fuerza, la precisión y el alcance para cazar sus presas requería de otro tipo de herramientas no corporales. Según los arqueólogos, la piedra se convirtió en la materia prima de la tecnología del hombre del paleolítico; haciéndose homo habilis[1] para poder no sólo alimentarse, sino guarecerse de las inclemencias del clima y a la vez defenderse de las fieras en las cuevas. Su miedo permanente a lo inmanejable y su necesidad de resolver su sustento lo hizo huir y buscar alimento en muchas partes; esto paradójicamente lo llevó a tener mayor dominio de sus destrezas físicas y a conocer muchas formas de alimento; lo enfrentó a nuevos escenarios naturales, desarrolló su capacidad de observación e imitación de los comportamientos animales; trozar, arrastrar, agruparse para cazar, construir nidos, cantar para llamar la atención, aullar para inspirar respeto, nadar, flotar, saltar, huir y cuanta estrategia para protegerse de los animales y de las noches de tormentas, los sismos, los cambios de temperatura (por la estaciones), inundaciones, avalanchas.

Gracias a todo lo anterior el hombre experimenta la necesidad de dominar los animales y la noche lo lleva al descubrimiento del fuego, que acelera, después de ciento cincuenta millones de años la rutinaria cultura de la piedra, apareciendo el Hombre del Neolítico con nuevas técnicas de caza, mejorando sus herramientas líticas, y con la diversificación del lenguaje aparecen nuevas formas de expresión y de relaciones sociales que profundizan sus necesidades, sus angustias y sus miedos.

Para poder comprender el impacto que produjo en el Paleolítico el fuego sobre el, homo erectus, es oportuno en este momento ubicarnos en contexto agrestemente natural; sin ningún tipo de las comodidades que conocemos hoy en día; sin ningún lugar a dónde ir, con nulas alternativas, sin mucho de dónde escoger y a merced de lo desconocido, donde el lenguaje común era el miedo a lo ignorado.

El gran avance en el Paleolítico fue provocado, más exactamente, por la DOMESTICACION del fuego, ya que éste existía en su forma natural; producido por incendios provocados por rayos o volcanes en erupción. En principio de forma inadaptada, el hombre lo capturó, conservó, transportó y reprodujo. Se sirvió de él para calentarse, asar alimentos, lo convirtió en el epicentro del "hogar": centro de la vida social y elemento integrador en el entorno humano. Con el fuego aparecen los primeros “campamentos” organizados, al aire libre o en cuevas. Este es el origen del verdadero cambio psicológico[2] de la humanidad y del desarrollo de estructuras sociales.

Alrededor del fuego los cazadores relatarían sus hazañas, se organiza la caza del día siguiente, se relatan historias (mitología ya presente) y se refuerzan los lazos que unen a la familia y al clan (intercambios culturales que constituyen la base del progreso tecnológico y cultural).

Ya para el paleolítico, el hombre maneja un lenguaje, deja de ser un homo erectus para convertirse en un homo sapiens; es decir, requiere de una estructura social para actuar con un sentido de vida. La organización era a base de grupos reducidos de individuos para poder explotar los recursos de un área sin agotarlos y cubrir las necesidades mínimas del grupo que se ha calculado entre 20 y 30 personas (dependiendo de los recursos accesibles). Su existencia está ligada también a la existencia de conexiones con otros grupos para formar redes de intercambio matrimonial (si un grupo se aísla surge la endogamia y con ella la extinción del mismo al cabo de un tiempo) y de información.

Vienen las grandes glaciaciones (50 mil años antes de nuestra era) y con ella, la exigente búsqueda de lugares aptos para vivir, la capacidad de aprendizaje demostrada en la habilidad de enseñar a sus contemporáneos, de construir, de diseñar, de transmitir, de evitar el dolor, de mejorar las acciones; lo convirtió en un homo sapiens sapiens Los restos de los grandes mamíferos de esta época pueden responder a actividades de carroñeo de grandes animales (macromamíferos: elefantes, hipopótamos, rinocerontes) muertos por causas naturales o de los restos dejados por otros animales. Las actividades de caza de los grandes hervívoros requerirían la cooperación de varios grupos, que aportarían grandes cantidades de carne y reforzarían los lazos sociales.



[1] Los científicos concluyeron que era capaz de prensión de agarre para realizar las manipulaciones necesarias en la fabricación de utensilios de piedra.

[2] Fuego:

· Identificar la virtualidad

· Reconocer la posibilidad de crear otras imágenes

· Descubrimiento del otro que a la vez es igual y distinto a mí.

· Acercar lo lejano.

· Empezar a darle cabida al miedo como algo interno.

· Manipular lo incomprensible.

· Reconocer el propio poder (Hacer bajar el sol)

· Ambicionar mucho más por poder manipularlo lo que está más lejano.

· Concepción de poder

· Contrastar oscuridad de luz.

· Desarrollar pensamiento dialéctico: Adentro/afuera; luz/oscuridad

sábado, 13 de septiembre de 2008

La Recreación vs. Lo Recreativo

La falta de claridad en materia de Recreación nos ha llevado a presenciar muchas veces como se hace de la Recreación algo recreativo; a la manera de un accesorio, como algo que se agregara, que sirve para facilitar otras cosas. Parece ser que la dificultad para asumir una actitud a favor de la Recreación nos ha llevado a reducirla sólo al entretenimiento y al uso del tiempo libre; alejada del ocio y la necesidad de libertad.

Hoy cada vez es más común tanto en los sectores comunitarios y los institucionales enfrentarnos a programas de toda índole en las cuales la recreación pasa a un segundo plano. ¿Ha escuchado alguna vez la invitación a participar en las Vacaciones recreativas en su lugar de residencia? Para hacer más evidente la intención de lo recreativo formularé algunas preguntas: ¿Qué tan aburridas serán las vacaciones que ahora tienen que ser recreativas? O ¿Se le agrega el carácter recreativo a las vacaciones para que los padres de familia inscriban sus hijos sospechando que la inversión será útil? ¿A los niños que los motivará? En orden a lo planteado, el niño sabe que dichas vacaciones son puro juego, entretención, lúdica, goce. Ahora bien, ¿Qué tipo de vacaciones pueden ser aquellas en las que los niños esperan una cosa y los padres de familia otra? Tal vez, los niños asistirán a cuantas vacaciones recreativas hayan; buscando no caer en las que ya han asistido (evitar el aburrimiento—por aquello que ya conocen los juegos, los mismos sitios comunitarios, la intensidad de las actividades, entre otras).

Una cosa muy distinta sería si la invitación fuera lo contrario, es decir, en lugar de vacaciones recreativas, a los niños se les invitará a participar en un programa de Recreación con un nombre atractivo durante sus vacaciones y que responda a sus necesidades genuinas. Aquí también aparecerían ciertas preguntas que hablan más del desconocimiento sobre el tema y la falta de personal preparado para hacerlo. ¿Eso cuánto valdría?, ¿La gente si lo pagaría?, ¿si la gente no tiene ni idea acerca de la Recreación como va a permitir qué sus hijos participen? ¿Los padres de familia como pagarían algo que no está presupuestado? ¿Quién paga los diagnósticos, en caso tal que no haya participación de niños? ¿Cómo hacer para que la gente tome conciencia de la necesidad de recreación?

Finalmente, la última pregunta del párrafo anterior, sería el sentido mismo de una actitud positiva por recuperar el lugar que ha tenido en la historia de la humanidad la recreación como una expresión natural de la necesidad del homo ludens de equilibrar, de compensar, de resimbolizar dentro de la realidad que se ha inventado la libertad que en cada momento se le escapa en la rutina cotidiana en su vida y que lo hace menos creativo, más enfermo y menos digno.

Jairo León Sepúlveda